"Esculto-pintor, pinto-escultor, dibujante, pintor, escultor. Germán Venegas 1959. Ha conocido, desde su irrupción en muestras colectivas en 1981, un ascenso constante en la proyección nacional e internacional de su obra, sustentado en una producción plástica de sentido y forma muy propios, y de una compleja y renovada calidad. La obra de los últimos cuatro años de este joven artista se caracteriza por una hibridación de tradiciones y mitologías, procedentes de diversos troncos, que confluyeron en corrientes artísticas de este siglo, como el arte pobre, el art brut, el assemblage, la pintura combinada, el funk art. Al transitar esta vía Germán Venegas hizo a un lado su repertorio de colores detonantes de su primer período (1981-1988), cuando militó como adelantado en los mexicanismos burlones, popularistas e irreverentes."
"La formación de Venegas incluyó la práctica temprana de un oficio: la talla en madera. De este modo los oficios manuales le han sido cercanos y forman parte de sus contenidos más pertinaces, que son los que marcan pistas indelebles a lo largo de toda la existencia. Con esos elementos, con los que aprendió en su escuela, "La Esmeralda", y con los parámetros filosóficos que han sido comunes a toda una generación de artistas contemporáneos, Germán Venegas ha ido formulando un lenguaje desmembrado, directo, y a la vez autocrítico que habla de la naturaleza y de las cosas tal y como éstas han sido representadas en sus estados prístinos. La manera como Venegas articula sus imágenes obedece siempre a conceptos que pueden intuirse o descifrarse, pero que no configuran (como ha querido verse) una narrativa. El género que más se le emparenta quizá sea el satírico, aunque sería erróneo calificar de "sátiras visuales", a sus asombrosas configuraciones. Germán Venegas permite aprehender con cierta ironía los costados estéticos de cosas muy serias: las creencias, los vicios, la infancia, la sexualidad, las postrimerías."
Teresa del Conde.
Museo de Arte Moderno. México, 1992.
Fragmento de un texto de Teresa del Conde escrito para el catálogo de la exposición Germán Venegas Polvo de imágenes, agosto 1992.
"Germán Venegas es especialmente contradictorio y diversificado en su discurso. Es un artista que ensaya todo lo que es posible crear y prueba una gran variedad de maneras de hacer, camina por rutas insólitas. La posmodernidad le permite entrar a saco tanto en la tradición como en la innovación. El discurso plástico de Venegas es ambiguo, se diversifica en nuevas fases y, con el paso del tiempo, se trastoca y vuelve a utilizar las tradiciones. Va y viene del pasado remoto o de la cultura de barrio. Puede inspirarse en algunas piezas antiguas mexicanas y oscilar, de repente, hacia formas canónicas de la escultura del siglo XVIII o recrear los ambientes populares. No se trata de formas repetidas, como en el arte popular, sino de creaciones personales e intencionales. Su proceso es impreciso y a veces contradictorio."
Mtro. Jorge Alberto Manrique.
Germán Venegas:
El peso del sustrato original.
"Luis Cardoza y Aragón habla de un sustrato originario que no termina de sedimentar y que de manera constante alimenta y renueva la imaginación del mexicano así como su capacidad de construirse cotidianamente sobre una base viva y compleja; una capacidad que tiene que ver con su sobrevivencia. Una imaginación que, necesariamente, dialoga y lucha con sus demonios y, de alguna forma, los exorciza. Un sueño, un cuerpo desmembrado de mitos y formas ancestrales que buscan resarcirse ante los ojos y el tiempo inconcluso del presente y ante la posibilidad de transmutarlo en las obras que le dan un rostro. Germán Venegas -dibujante, escultor, pintor y grabador- se mueve en esa corriente esencial con el impulso y el destino (creamos en él o no) de un artista singular. Desde que tiene memoria cultiva el arte raigal del dibujo con una sorprendente habilidad innata que con el tiempo ha sido asumida y ejercida con plena conciencia del oficio."
Luis Cortés Bargalló
Fragmento. Luvina -REVISTA LITERARIA
UNIVERSIDAD DE GUADALAJARA - MARZO DE 2004 - NUEVA ÉPOCA.
"De los gladiadores montados en caballos de fiesta de pueblo con los que brincó por primera vez al ruedo de las artes, a las más de cincuenta paráfrasis de El desollamiento de Marsías de Tiziano o los jaguares teotihuacanos hilvanados de volutas, de un cuarto de siglo más tarde, la pintura de Germán Venegas ha seguido una admirable ruta sinuosa en el proceso de perseguirse a sí mismo, legándonos como resultado una obra estupenda en cada uno de los avatares por los que ha transitado. Durante este periplo, su pintura buscó eventualmente deslindarse de la escultura, tanto así que llegó a fundirse en ella, y luego de volverse retablo-pintura que usa formas de madera en vez de óleo-, dio un giro de regreso, esta vez a una sobriedad sintética, plenamente pictórica, en persecución de cierto ascetismo, no peleado, afortunadamente, con un erotismo gozoso."
"Germán Venegas ha encontrado en la concepción budista de la realidad una rica fuente de estímulos y un medio para enfrentar las contradicciones de su circunstancia personal. Como consecuencia de ello, la natural disposición de Venegas para considerar su oficio como una forma de reflexión y conocimiento se ha reafirmado, eliminando así cualquier división entre su vida cotidiana, sus intereses profesionales y sus convicciones existenciales. Al asumir que la idea de un "yo" individualizado es una ilusión y, por lo tanto, que todo forma parte de una unidad, Germán Venegas enfrenta los hechos irrebatibles de que la realidad que nos rodea es inestable y transitoria y que el flujo y el cambio son rasgos básicos de la naturaleza."
Carlos Ashida
Fragmento catálogo Exposición Germán Venegas "Un solo Aliento", 2007
"Del éxtasis místico a la ebriedad hedonista, de la contemplación monástica a la fiebre carnal, el repertorio de Venegas arrebata al espectador, lo rodea y lo abraza por canales que se complementan en sus oficios y herramientas. Temples, óleos, tallas, acuarelas, carbones y grafitos dan coherencia a un proyecto que rebasa por cierto a la obra como objeto; la de Germán Venegas es mucho más que eso. El arte, en este caso, radicaría en sostener la mirada a un maestro Zen que cabalga un tigre bizco en medio de una orgía de frutas, leche y papayas."
Abraham Cruz Villegas
Fragmento Catálogo de la exposición Elucubraciones. 2005.
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